Los nuevos paradigmas informáticos, como la computación en la nube, el big data y el Internet de las cosas, abren nuevos horizontes para las empresas al hacer posible la prestación de servicios de alta calidad en todo el mundo. Todos estos desarrollos tienen como objetivo en última instancia mejorar nuestra calidad de vida, facilitar la generación de riqueza y garantizar que las empresas sigan siendo competitivas en el mercado global. Estos desarrollos han sido posibles en un lapso de tiempo notablemente corto, en virtud del hecho de que las tecnologías de la información y la comunicación se mueven rápidamente; a veces se mueven demasiado rápido para la sociedad y los gobiernos. Esto explica por qué tan rápidas evoluciones tecnológicas no pueden estar libres de problemas. En el ámbito de las empresas digitales, se plantean preocupaciones sobre la falta de confianza en los procedimientos electrónicos y la medida en que se puede garantizar la seguridad de la información y la privacidad del usuario.

Para evitar violaciones de datos potencialmente dañinas, las empresas deben hacer de la seguridad de los datos de su empresa una prioridad desde el principio. Al intentar realizar cambios generalizados en las operaciones de una empresa, las precauciones de seguridad efectivas a menudo se dejan para abordar más adelante, lo que a veces causa problemas graves en el futuro.